Llegamos a Santo Domingo un poco desanimados, tras haber perdido varios partidos. Esta semana nos tocaba esforzarnos para conseguir la victoria, pero nos encontramos con un importante hándicap: la cancha de baloncesto era algo más larga y más ancha de lo habitual. Fue un encuentro muy igualado; sin embargo, la altura del equipo local, y los numerosos rebotes ofensivos que lograban, impidieron que nos lleváramos la victoria. A pesar de que nuestra presión funcionó durante buena parte del partido, no pudimos contrarrestar su superioridad física. Terminamos perdiendo por muy poca diferencia, lo que nos anima a seguir entrenando para superar este tipo de situaciones.
– Jesús Llorente –