El partido del sábado fue de esos que no guardaremos un buen recuerdo, ya que, debido a las bajas por enfermedad, apenas teníamos jugadores suficientes para empezar. Fue un día repleto de contratiempos: desde el conductor del autobús, que se perdió, hasta el arbitraje, pasando por nuestro propio juego.
El criterio arbitral nos sorprendió con una intensidad defensiva a la que no estábamos acostumbrados, y casi no pudimos ni pasar de medio campo. Fue un encuentro injusto que nos devuelve a la realidad y nos anima a seguir mejorando partido a partido.
-Jesús Llorente-